Hacerse un piercing oral es una forma emocionante de expresar tu estilo y añadir un toque único a tu apariencia. Sin embargo, los piercings orales requieren cuidados especiales debido a la delicada naturaleza de la boca y su constante exposición a bacterias. En L’embruix, queremos asegurarnos de que disfrutes de tu nuevo piercing sin preocupaciones. Aquí te damos algunos consejos esenciales sobre cómo cuidar tus piercings orales y mantenerlos en perfectas condiciones.
Tipos de piercings orales
Piercing en la lengua
El piercing en la lengua es uno de los más populares y versátiles. Se coloca generalmente en el centro de la lengua y puede ser adornado con una gran variedad de joyería, desde barras rectas hasta anillos.
Piercing en el labio
Los piercings en el labio pueden ser colocados en diferentes lugares alrededor de la boca. Algunos de los más comunes son:
- Labret: Situado justo debajo del labio inferior.
- Monroe: Ubicado sobre el labio superior, imitando el famoso lunar de Marilyn Monroe.
- Medusa: Colocado en el filtrum, en el centro del labio superior.
Piercing en el frenillo
El piercing en el frenillo se coloca en la pequeña membrana que conecta el labio superior o inferior con las encías. Este tipo de piercing es menos visible y puede ser una opción divertida y discreta.
Cuidados iniciales después del piercing
Limpieza regular
La limpieza es crucial para evitar infecciones y promover una curación rápida. Sigue estos pasos:
- Enjuague bucal sin alcohol: Usa un enjuague bucal sin alcohol después de cada comida y antes de dormir. El alcohol puede ser irritante, así que opta por uno específico para piercings orales.
- Solución salina: Enjuaga tu boca con una solución salina (agua tibia con sal marina) varias veces al día para ayudar a limpiar el área y reducir la hinchazón.
Evitar irritantes
Durante las primeras semanas, es importante evitar cualquier cosa que pueda irritar el área del piercing:
- No fumar ni consumir alcohol: Estos pueden retrasar el proceso de curación y aumentar el riesgo de infección.
- Alimentos suaves: Opta por alimentos blandos y evita los picantes o muy calientes que puedan causar molestias.
Mantener la higiene oral
La higiene oral es fundamental para el cuidado de tu piercing. Cepíllate los dientes suavemente y usa hilo dental para mantener tu boca limpia y libre de bacterias.
Cuidados a largo plazo
Joyería adecuada
Elegir la joyería adecuada es crucial para evitar problemas a largo plazo. Asegúrate de que la joyería sea de alta calidad, como acero quirúrgico, titanio o bioplástico, para reducir el riesgo de alergias e irritaciones.
Reemplazo de la joyería
Una vez que el piercing esté completamente curado, puedes considerar cambiar la joyería. Consulta con tu perforador para asegurarte de que el cambio se realice de manera segura.
Vigila los signos de problemas
Incluso después de la curación inicial, es importante estar atento a cualquier signo de problemas, como hinchazón, dolor, secreción o enrojecimiento persistente. Si notas alguno de estos síntomas, busca ayuda profesional inmediatamente.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si experimentas cualquier signo de infección, es crucial actuar rápidamente para evitar complicaciones:
- Dolor intenso o prolongado: Si el dolor no disminuye con el tiempo o empeora.
- Infección: Síntomas como pus, hinchazón excesiva, fiebre o líneas rojas alrededor del área.
- Reacciones alérgicas: Picazón severa, sarpullido o cualquier otro signo de reacción alérgica.
En L’embruix, estamos aquí para ayudarte. Si tienes alguna inquietud, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
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